Por primera vez en chile se discutirá el autocultivo de marihuana

Hasta hace algún tiempo atrás era impensado poner el debate en la mesa sobre el autocultivo de marihuana en nuestro pais, mas aún cuando en chile la cannabis sativa esta catalogada como una "droga dura", a la par de otras drogas de letal peligro como la pasta base y la cocaina, lo cual parece aberrante y absurdo, ya que no existe prácticamente ningún dato real de alguna persona que haya muerto por el consumo de marihuana. Sin embargo en el día de ayer, La Cámara Alta aceptó que la comisión de Salud active la petición de los senadores Fulvio Rossi y Ricardo Lagos Weber de debatir sobre el uso personal de cannabis sativa.

Si bien esta medida no garantiza el que se apruebe la modificación del artículo 50 de la Ley 20.000 sobre Tráfico Ilícito de Estupefacientes, sí permitirá que la moción entre en estudio.

Cabe señalar que el proyecto había sido ingresado en agosto del año pasado en trámite a la Comisión de Constitución, pero ésta no le dio curso, por lo que los parlamentarios propusieron que fuese la Comisión de Salud la que lo autorizara.

Según explicaron Rossi y Lagos Weber, el proyecto busca combatir al narcotráficoy detener los arrestos y condenas de personas por cultivar cannabis sativa en sus domicilios para consumo personal.

"El tema que hay que entender es que cuando tú permites el autocultivo estás atacando la compra ilegal, el narcotráfico, porque le reduces el mercado al narcotraficante, porque tú puedes tenerlo", explicó el senador del Partido Socialista.

Sin duda una buena noticia y un gran paso para la sociedad chilena, ya que para las personas que son consumidoras de esta planta natural, pueden ver de esta forma una gran arma para dejar de esconderse y combatir el narcotráfico, ya que se evitaría el contacto con traficantes y la posterior compra de marihuana química, que en resumidas cuentas es la única marihuana que te daña, muy diferente a la cannabis natural. El autocultivo no solo reduciría la delincuencia, si no que se evitaría el contacto con drogas y sustancias de real peligro, y a la postre florecería la libertad personal de decisión de cada persona, sin el temor de ser apuntado con el dedo.